La vida del vino en la botella es un proceso lento, pero con
reacciones. Como tales, están reguladas por temperatura. El vino al ser
embotellado sufre por el efecto émbolo del tapón un trauma del que se recupera
en meses, además del mareamiento debido al paso por filtros, bombas, etc. Un
vino de una gran cosecha después del encorchado, creció en calidad durante
varios años. En cambio, una cosecha deficiente, se recupera pronto del
embotellado, se estabiliza su calidad en un nivel no alto y a los dos años
decae en la botella su calidad.
A su vez, las botellas conservadas a 20°C o más, sufren éste
proceso a gran velocidad: mejoran, se estabilizan y decaen. Mientras que a 5°C
las reacciones paulatinamente tiendes a detenerse o hacerse más lentas.
Compartido de: Tips del Enólogo de Viñedos La Redona
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